Moxa deriva del termino japonés mogusa. El término chino es Jiu Fa, “técnica del fuego prolongado «. Gracias a los descubrimientos realizados en la tumba de Mawangdui (168 AC ), donde se encontraron algunos textos muy antiguos, se pudo demostrar que el uso de la moxa es anterior al uso de la acupuntura.
Dos de estos textos son el Zu Bi Shi Yi Jiu Jing «Moxibustión de los once canales del pie y la mano»; y el Yin Yang Shi Yi Mai Jiu Jing » Moxibustión de los once canales Yin Yang » donde se explica detalladamente su uso. En ese período histórico aún no se hablaba de los 12 canales regulares.
Sus funciones fundamentales son:
Calienta el Yang Qi
Dispersa las energías patógenas «Frío” y “Humedad»
Estimula y moviliza el Qi en el sistema de canales y colaterales,
Reaviva la circulación de sangre
Disuelve la obstrucción, en el tratamiento de los síndromes Bi Pei reumáticos.
Restablece la función Yang de ascenso y contención: pacientes con sudoración espontánea, prolapso rectal, extremidades frías, pulso perdido, incontinencia urinaria.
Disuelve las tumoraciones: mastitis en su etapa inicial; así como de la escrófula (nódulos) de naturaleza fría y que aún no haya desarrollado pus.
Previene las enfermedades y mantiene la salud. Se lo considera como uno de los métodos de longevidad. La moxibustión del punto E 36 (Zusanli) disminuye los problemas cardiovasculares, infecciones y tumores en personas mayores de 40 años. Aplicado en DM 14 (Dazhui) disminuye la posibilidad de contagiarse gripe.
Especialmente indicada para ciertas patologías, en donde otros métodos (masaje, digitopuntura y acupuntura) se muestran menos efectivos, la moxa estimula de forma más duradera y permanente todos aquellos puntos seleccionados.
Aunque en general se aplica como método de tonificación, también se puede dispersar, aunque aconsejamos ésta técnica a aquellos que dominan completamente el diagnóstico energético de la Medicina China.
Existen dos tipos de moxibustión. La directa consiste en colocar el cono de artemisa directamente sobre el punto en la piel y encenderlo. Cuando el paciente empieza a sentir que el calor lo incomoda se le quita el cono y se pone otro nuevo. Esto se repite varias veces hasta que la piel se ponga roja y congestionada. No se deben dejar ampollas, cicatrices, ni pústulas. En la indirecta el cono no se coloca sobre la piel sino sobre una sustancia aislante, las más conocidas son:
Con jengibre: una rebanada de jengibre de unos 0,2 cm de espesor, previamente agujereada. Se le coloca luego un cono de moxa y se enciende, así se agregan las propiedades terapéuticas de la planta al efecto de la moxa, indicado para debilidad de bazo y estómago, dolor en articulaciones, dolor abdominal, y otros síntomas de deficiencia de Yang.
Con ajo: igual que con el anterior, indicado para la escrófula, en etapa inicial de infecciones dérmicas, picaduras de insectos venenosos.
Con sal: se llena el ombligo con sal y se coloca un cono grande y se lo enciende. Indicado para casos de extremidades frías, pulso débil e imperceptible, vómitos, diarreas
También se combina la acupuntura con la moxibustión. Después de punzar y obtener la sensación acupuntural se coloca un poco de moxa en el mango y se enciende, indicada para el dolor de las articulaciones debido al frío y la humedad, Excelente sobre todo en casos crónicos y faltos de Qi, específicamente indicada para diarrea por frío, procesos febriles, enfermedades como el reumatismo, artrosis, procesos degenerativos, circulatorios, etc
Generalmente se aplican 3-5 conos de moxa por sesión (por punto) y de 10 a 15 minutos de cigarro.
Contraindicaciones y precauciones
Estar muy atento de no quemar al paciente accidentalmente.
No usar la moxa en casos de deficiencia de Yin, o exceso de calor.
No es aconsejable usar moxa sobre una cicatriz.
No es conveniente la moxibustión en la región abdominal y lumbo-sacra de las embarazadas (como tampoco la ventosa).
Todos los libros serios señalan la contraindicación de la moxa en puntos cerca de órganos sensoriales y arterias importante (V1, E9, V40, etc)